domingo, 28 de febrero de 2010

Deshielo

dedicado a Monty Peiton

hay una mujer en escuadra con las paredes
que no duerme
(que tiembla)
y un suelo mojado que humedece sus pies

cerca de sus ojos
las telarañas revelan
que la calle ensordecida está inclinada, errante, sucia
que por ella se derrama su miedo como una vertiente
y que sólo la vida microscópica
encierra en lo invisible
lo que está por suceder

es la mujer glaciar en la ciudad de los deshielos
en los países de una sola noche
en las cúspides derretidas

allí, la secuencia del tiempo
se prolonga sin acotaciones
y la mujer es bisagra de las puertas
soporte de las columnas
golpeadas por el aire suspendido, invariable, súbito

su arquitectura
pierde solidez cuando amanece
pero hay un lugar exacto, lúdico, inabarcable
(el centro de su cuerpo: las vísceras)
donde las dimensiones de la existencia
se multiplican, juran mudar
presagian el cambio irrevocable:
el principio de la era del agua.

2 comentarios:

Loli dijo...

Que decirte reina de los versos,
leerte me da alas,

besos alados

azules

alas


del color

del

paraiso

paula varela dijo...

Loli, gracias por este hermoso comentario, gracias por esas alas del color del paraíso.