martes, 30 de junio de 2009

Duraciones

al borde del ocaso
tu brillo escurridizo
susurra con el viento

abrís las mil puertas,
las ventanas de Moebius,
abrís tu boca que todo lo esculpe,
tus piernas

es el sol que se abre
y restaura tus gritos sombríos
en un silencio diáfano

justo ahí donde muere la noche,
en esa curva donde los finales
hacen el amor con los principios

ahí donde el ruido diminuto
evidencia la vida,
y donde, también, algo tiene que morir
y muere.

viernes, 12 de junio de 2009

Repeticiones

-¿Te puedo hacer una pregunta, abuela? –dijo Vasalisa.
-Pregunta –replicó la Yaga-, pero recuerda que un exceso de
conocimientos puede hacer envejecer prematuramente a una persona.
(“Vasalisa la Sabia” cuento tradicional. Versión de Clarissa Pinkola Estés)


vivo y hay una sensación que se repite:
hoy, como otras veces antes,
creo haber encontrado una lucidez que me guía,
como si sintiera por fin que atravieso mi propio camino

esa luz se enciende en la voz de un otro
o en una coincidencia en la calle
o en la asociación casual de dos imágenes

el mensaje me sorprende,
me toma de improviso
para hacer un click frente a mis ojos dispersos
(ahora… bien abiertos)

pero hay algo que se repite:
una paradoja en la que intuyo saber algo
y al mismo tiempo desconocerlo por completo

entonces otra vez a la deriva,
sin control,
me sumerjo en el río y confío en él
(todas sus vueltas terminan en algún remanso)

pero no creas que esto me desanima
todo lo contrario:
la calma se instala en mi interior
y hasta me permito dormir tranquila,
de ninguna manera quisiera
envejecer antes de tiempo.