domingo, 28 de noviembre de 2010

La noche bifurcada

yo tampoco sé bien
dónde estaría el principio
de todas estas cosas

pero me viene la urgencia de decir algo sobre el tiempo
por ejemplo preguntar
si una noche de diez horas
es una noche completa
o son dos noches tajadas en algún punto

no sé –dijiste -es un buen comienzo

y yo te creo
mientras la noche
ciertamente se bifurca
y empiezan nuestras disquisiciones
sobre los jugos de naranja y uva
o uva y naranja
y ahora somos tres
natural y alegremente tres

y tal vez por eso
se va borrando esa pregunta infructuosa
sobre los principios
y seguimos bebiendo
nuestras miradas y nuestros labios
en vasos de cerveza

quizás sólo esperamos que se pierda
esa manía de mirar los relojes inútilmente
cuando ya sabemos que el tiempo no nos importa
y ya no nos ocupa entender
dónde estaría el principio de todas estas cosas
porque hoy
sólo queremos disfrutar
de una exquisita incertidumbre.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Advertencias

que te sigas desnudando así
con esa desmesura metafórica
no me deja otra opción que mirarte

lo que me sorprende
es descubrir tu piel tatuada de voces
y de sonidos de animales salvajes
o tal vez sea más bien el silencio
lo que me produce cierta inquietud

no es que sea mi primera vez en la selva
de hecho
sé lo que es meterse hasta las rodillas
en sus ríos pantanosos
o encontrar la presa decapitada de un yaguareté
cuando está a punto de caer la noche

(como verás
eso es físicamente
mucho más peligroso)

el asunto acá
es que traigas tantas señales de advertencia
como si acercarse a vos
insinuara un riesgo irreversible

pero no soy una mujer muerta
me quedan muchas orillas del abismo por recorrer

por eso si vas a seguir desnudándote
te pediría al menos
que dejaras algunas palabras
algún indicio exento de advertencias
acurrucado ahí entre tus piernas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Otra

por eso soy otra
y firmo la renuncia
a las exactitudes de los espejos
a las repeticiones persistentes
y a todo lo largo que se parezca a una espera
o a lo que fue mi pelo

me arriesgo ya sin mapa
a meterme de cabeza en esta jungla
donde el tiempo se empecina en continuar
aunque le pida a gritos un resquicio

allí encuentro otra vez tus ojos cotidianos
pero ahora veo al desconocido

lo que ocurre es que soy otra
otra que despierta sin miedo y sin euforia
con el mismo asombro
y con el mismo vacío
de quien recién nace.