afuera puede haber un arcoíris
o una tormenta de viento,
pero a mis ojos se les antoja una nube
con forma de elefante
se encaprichan con las formas,
se jactan de revelar texturas y colores
y hasta son capaces de enamorarse de un abismo
mis ojos creen que el amor
se mira con la oreja
o que para dar un abrazo, basta la nariz
pero ya no quiero sus espejismos etéreos
ni sus desvaríos camaleónicos
ni su ambigüedad turbia y oscura
por eso los arranco de sus cuencos
con una cucharita de té,
los hago rodar por la pendiente
hasta que desaparecen por alguna hendidura
prefiero andar ciega de esos ojos engañosos,
tocar algo real con mis propias manos,
dejarme guiar por los olores instintivos
y embriagarme hasta la madrugada
con una saliva auténtica.
8 comentarios:
Que lindo.. me gustaron tus versos..
" Prefiero ser ciego ante tus ojos mentirosos.."
Precioso
Un abrazo
Saludos fraternos...
Adolfo,
lo malo es que esos ojos son los míos propios...
gracias por tu abrazo.
Qué guay! Paula! jajajaja ,me has arrancado una sonrisa plena. Yo también prefiero la saliva auténtica, y este me parece un poema perfecto para leer en mis días de desvarío. Gracias, mi querida llamarada poética.
Excelente Paula. Un abánico de imágenes.
Siempre uno se miente un poquito a sí mismo. ¿No?
Besos.
Que hermoso poema...
Como dijo Savina
Mentiras piadosas.
Te envío mi abrazo.
Dani..
Ay! Sonia!
La rueda de la sorpresa pasa veloz sobre mí. Cómo extraño nuestras charlas!!
¿Quedamos para el sábado en el barrio chino? :)
Hola Martín,
gracias por detenerte en mis desvaríos.
besos.
gracias Dani!
Otro abrazo para vos.
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