lunes, 24 de diciembre de 2007

Aquiescencia

el aire sin escapatoria
convierte al horizonte en ritmo monocorde
y abandona en él
un movimiento silencioso / casi gélido
de olas que descubren
su esencia en la orilla

todo es diáfano /
como ese lugar diminutivo
donde el mundo estalla / corroe /
roza vulgarmente / transforma el segundo

donde el recorrido cilíndrico tiene
un sonido agudo / casi estentóreo / imperceptible
que penetra por ese resquicio lúgubre
que la piel tiene invisible
y congela el instante / para siempre.

2 comentarios:

JR dijo...

que esa orilla sea compartida por mis deseos de encontrarme reflejado en ti algún día...
una joya

paula varela dijo...

mis sonrisas / para vos...