sábado, 19 de febrero de 2011

Un sábado cualquiera / bar / noche

No sé qué hago acá
tratando de mostrarles mis poemas.

Podría haber hecho algo
más adecuado a estos tiempos de miseria
como por ejemplo
salir por las noches de Buenos Aires
a conquistar hienas hambrientas.
Sólo hubiera hecho falta
dejar al descubierto alguna de mis curvas.

¿De qué se ríen?

Debajo del vestido,
mi cuerpo está lleno de señales de tránsito:
carteles que advierten sinuosidades,
túneles de tres metros de altura
o indicaciones de “paso”.

Pero estoy acá y pienso…
¿Y si ustedes hubieran salido
con una pequeña libreta
para anotar los trofeos
o los números de teléfono inútiles
a los que nunca llamarían?

¿Y si nos hubiéramos
quedado en nuestras casas?
Es una noche preciosa
para regocijarnos
en nuestra merecida soledad.

Pero ya es tarde, salimos.
Por eso, ya que estamos acá,
es mejor
que nos pongamos a hablar
de cosas sin importancia,
por ejemplo
preguntarnos quiénes éramos ayer
y, sobre todo,
porqué no inventamos ahora mismo
quiénes no seremos mañana.

2 comentarios:

Nell dijo...

Y por qué no ¿quienes somos hoy?

paula varela dijo...

es cierto, Nell, porqué no?
de cualquier modo perseguir un sentido, aunque sea inalcanzable.