entre los ruidos superpuestos y el silencio
te estás buscando
en la calle donde se derraman los hombres
y las orillas de los mares que inventás
tratás de detener ese avance involuntario
ese empujón del presente a la deriva
esa marea caótica que te convulsiona
te buscás en el frío invisible
en las lágrimas porque son transparentes
en esa pizca de sol al mediodía
que te recuerda que el aire puede ser más tibio
en la rutina indiferente
en los signos de interrogación
que procrean en el patio
en la ventana que te falta
en las pausas entre lo que ocurre y no
en el olvido
en todo lo que alguna vez dijiste
y en las palabras que ni siquiera conocés
recogés indicios
partes de vos extraviadas por el mundo
te buscás en el perdón
en el nombre Oportunidad
tratás de reencontrarte
en tus propias cicatrices.
2 comentarios:
Es especial, creo que alguno de tus lector@s ya te lo comento, esta atmosfera de intimidad y cercania que logras con tu poesia, como si alguien nos hablara de nosotros -de mi- como si nos conociese mejor que nosotros mismos.
un beso
Gracias Loli por este comentario tan lindo, que me muestra que lo que escribo puede llegar al otro (en este caso, a vos) de manera especial.
De todos modos, creo que el conocimiento de uno mismo es algo absolutamente personal que sí, muchas veces, termina siendo motivado por algo que encontramos fuera, una imagen, una palabra, un olor... una pequeñez tal vez nos sirve de guía para entrar ahí donde sólo nosotros mismos llegamos.
Te mando un beso y gracias por pasar.
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