si sigo la curvatura del tiempo
caeré al vacío
o me quebraré la espalda contra el muro quieto
si me detengo
es que el huracán arremete contra todo
empecinado en aniquilar
mis rutinas mundanas
labraré este cuerpo / encenderé la lumbre
para cultivar aromas / ritos nuevos / salvedades
lo ensuciaré todo
como si repasara un mantra blanquecino
(el ejercicio de silenciar costumbres)
y entonces
repitiendo este monólogo que nadie escucha
atravesaré los barrotes
y gritaré aquello que se estrangula dentro
sólo así
encontraré la nada en el sosiego mismo.
8 comentarios:
No necesariamente deberías caer en el vacío. Tal vez al final de la curvatura del tiempo, el sosiego anda esperando por ti.
Un beso, srta PV.
El Tiempo es inherente a nosotros. Nunca podremos caer por su curvatura, si no que seguiremos su camino, su forma. Al menos, eso espero.
Un buen poema. Me gustó mucho.
Y de paso, te agrego a mi blog.
Saludos desde Barcelona!
En el fuego apacible
un silbo
resanando sentimientos...
Carlos:
no tengo una mala imagen del vacío...
de hecho vacío es lo que puede llenarse, y eso, no suena mal.
un beso
Javier... me alegra que te guste y gracias por agregarme.
besos que crucen el océano.
gracias por el fuego apacible, Tino,
un beso!
me encanta tu poesía!
el Vacío puede ocupar su lugar y dedicarse a sus "quehaceres", o llamar a la Nada para jugar una partidita de ajedrez.
cuchhhi:
llamaré a la nada...
aunque digan que es una excelente ajedrecista... no me asusta perder.
Publicar un comentario