ingredientes:
una medida de contemplación
de ojos rodando al vacío
por una orilla que refleje las formas de las nubes
dos cucharadas de voluntad
la sangre necesaria
para empujar el barco encallado en una costa de incertidumbre
un pizca de astucia
(conseguirla en mercados callejeros
o en toboganes donde bajen niñas de cabeza)
veintiún gramos de espíritu:
dejarlo caer sobre la masa
como una lluvia de silencios
brotes de sonrisas (cantidad necesaria)
cultivar los que sobren
(todas las comidas quedan bien con medialunas de labios)
tres gotas de absurdo
imprescindibles para que el sabor
nos resulte cotidiano
preparación:
colocar la contemplación en un recipiente redondo
mezclar con los dedos la voluntad
agregar la astucia y las gotas de absurdo
hasta lograr una masa uniforme
introducir uno a uno, los brotes de sonrisa
y finalmente espolvorear el preparado con el espíritu/
dejar reposar nueve meses en lugar tibio
consejos:
puede acompañarse con cualquier ensalada
imprescindible degustar con una copa de amor.
2 comentarios:
Decía de su escritura joven, bella, original y creativa. Si! Muy creativa.
Gracias por permitirme leerla!
Daniel O. Requelme
www.danielrequelme.com.ar
cuando alguien me lee, Daniel, mi poesía se independiza de mis manos, eso me gusta, las gracias te las doy yo...
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